Cómo elegir el anillo perfecto (sin perder tu estilo ni esencia)
Elegir un anillo no es sólo una decisión estética. Es encontrar esa pieza que hable de vos, que conecte con tu historia y te acompañe en el tiempo.
Esta guía te va a ayudar a encontrar el anillo ideal sin resignar lo más importante: tu estilo y tu esencia.
5 preguntas clave antes de elegir
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¿Para qué momento es este anillo?
¿Un compromiso? ¿Una promesa? ¿Un autoregalo? La intención define mucho. -
¿Qué tanto te gusta lo tradicional?
Si buscás salir de lo clásico, los diseños de autor, minimalistas o experimentales te pueden sorprender. -
¿Qué materiales te representan?
¿Algo orgánico como el acero damasco? ¿Futuro y tecnología como el titanio o la fibra de carbono? ¿Lujo atemporal como el oro? -
¿Te gusta lo que resalta o lo que acompaña?
Esto te va a ayudar a elegir entre una textura intensa o una forma más sutil. -
¿Qué historia querés que cuente esa pieza?
Porque un anillo Loreto no es sólo un objeto: es una pieza con alma.
Elegí según tu estilo
- Minimal: líneas limpias, superficies mates, formas geométricas. Menos es más.
- Brutalista: texturas marcadas, contrastes, fuerza visual. Piezas con presencia.
- Orgánico: formas fluidas, inspiración natural, asimetrías sutiles. Belleza imperfecta.
En Loreto trabajamos con materiales que hablan
- Acero damasco: capas soldadas que generan vetas únicas. Nunca hay dos iguales.
- Titanio: liviano, resistente e hipoalergénico. Para quienes valoran la tecnología con sensibilidad.
- Oro: clásico, elegante y atemporal. Para piezas que atraviesan generaciones.
- Fibra de carbono, mármol de Carrara… combinaciones que sorprenden, enamoran y cuentan historias.
- Madera: atemporal y diferente, conectado con lo natural.
Un proceso artesanal pensado para vos
Cada anillo Loreto se hace a mano, uno por uno. No usamos moldes, ni repetimos fórmulas.
Ofrecemos asesoría personalizada para guiarte en este proceso. Porque sabemos que elegir un anillo no es sólo una compra: es una elección simbólica y única.
Algunos anillos que pueden inspirarte:
De Martin Schvartzman
